El por qué de un Gobierno de Oposición. Muchos han planteado la creación de un Gobierno de Transición en Cuba, que son dos cosas muy distintas. Sin embargo, lo primero que hay que aclarar es que la palabra “gobierno” no es la más correcta para definir estas dos situaciones circunstanciales del proceso político cubano, porque el gobierno es el conjunto de órganos e instituciones que controlan y administran el poder del Estado.
Es decir, el gobierno es la autoridad que dirige, controla y administra el aparato estatal. Usualmente se cree que el gobierno sólo se refiere al poder ejecutivo, pero esto no es así, porque además incluye el poder legislativo, el judicial y al órgano electoral.
En este contexto, las clasificaciones de Gobierno de Oposición y Gobierno de Transición no proceden, si no están en función de todo lo planteado anteriormente. No obstante, hay una realidad que obliga utilizar la palabra gobierno, aunque sea para ilustrar una circunstancia determinada como la que enfrentamos en estos momentos en Cuba.
Aunque expusimos las atribuciones principales que definen un gobierno, pero también sustancial e intangiblemente el gobierno de un Estado comprende el conjunto de intereses vitales que ejercita y defiende a través de los objetivos nacionales permanentes, que son las pautas o normas de conducta inalterables en el arte de gobernar, incluido los períodos fijos de gobierno y se identifican cuales objetivos nacionales conducen a la vigencia de los intereses vitales de la población, cualquiera que sea la orientación ideológica y filosófica del gobernante de turno.
En esta última concepción, el régimen cubano, entre otras muchas cosas no clasifica como gobierno. Entonces, la interpretación de que el Centro de Estudios para la Democracia Proactiva está montando un gobierno paralelo en Cuba no se ajusta a la realidad de conceptos, ni tampoco hay un gobierno en Cuba que se le pueda montar una estructura paralela, porque en Cuba no existe un gobierno, sino una dictadura.
Sin embargo, si tenemos que defender nuestra visión de Gobierno de Oposición, porque es una figura que si se necesita y aunque no cumple con todos los parámetros del concepto de gobierno, si tiene algunos atributos que lo ponen dentro de esa categoría, como la conformación del capital humano para formar gobierno. Visto dentro del contexto de una disciplina deportiva, podría considerarse el Equipo B.
En países políticamente normales existen las instituciones y la dinámica para desde la oposición formar un gobierno. En Cuba ese no es el caso, y hay que empezar desde la base a crear las estructuras para establecer los mecanismos de la gobernabilidad democrática. Y a esas estructuras, que no representan, no se vinculan ni reconocen la legitimidad del régimen cubano es lo que se ha denominado Gobierno de Oposición.
Y esa infraestructura que denominamos Gobierno de Oposición, que se organiza a nivel municipal y provincial creará los mecanismos de gobernabilidad democrática que no existe en Cuba. También organizará un ente electoral, que se corresponda con los principios y valores de la democracia.
El ente electoral, que hemos de denominado Consejo Electoral tiene una gran importancia, porque sería un paso delante de las posibles pretensiones del régimen de efectuar un proceso electoral en Cuba, incluyendo diferentes partidos. Por tanto, se necesita de un Colegio Electoral que trace las pautas a seguir y no sea un apéndice del régimen, como sucede en Venezuela. En Venezuela las elecciones primerias de los partidos políticos para elegir el candidato presidencial por la oposición, lo determina el Colegio Electoral oficialista.
Además, ante la premisa de que las elecciones las ganan quienes cuentan los votos, y teniendo la experiencia de los últimos procesos electorales a nivel mundial, nos vemos compelidos a designar un Colegio Electoral que ejecute todo un proceso de elecciones transparente y sin ningún viso de fraude. Por tanto, la designación del Consejo electoral no puede quedar en manos del régimen actual en Cuba.
En Cuba no existen los mecanismos de crear un gobierno alternativo al régimen. Es una utopía pedir el régimen que abandone el poder, cuando aún tuviera la voluntad de hacerlo, no hay como sustituirlo, y en política no hay vacío de poder. Por tanto, la prioridad en estos momentos en crear las bases y mecanismos de gobernabilidad democrática en Cuba. El nombre que se le ponga al proceso no es lo importante, en este caso Gobierno de Oposición, lo importante es la estructura y ese es el mayor empeño de este proceso.
Y para concluir, todo proceso democrático de organización política tiene que pasar por este mecanismo de institucionalización, así que detractores o no, tendrán que aceptarlo y participar, si es que quieren llegar a de forma pacífica y con legitimidad de origen a la democracia en Cuba.