Por: Joaquín Palomino Berra
Presidente del Municipio de Oposición Nueva Paz
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NUEVA PAZ, Mayabeque, Cuba – 07 de junio del 2015 – La escritora Andrea García Molina, toda una personalidad de la cultura cubana es natural del Municipio Nueva Paz, en la provincia de Mayabeque, Cuba. Andrea García Molina es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y ganadora de innumerables premios como se aprecia en su hoja de vida, reconocida por la publicación oficial http://www.ecured.cu/.
A pesar de ser una escritora laureada y trabaja como Asesora Literaria en su pueblo natal, vive en la más extrema pobreza y limitaciones económicas. Muy pronto el MDO de Nueva Paz hará un diagnostico social de la escritora cubana Andrea García Molina.
Sin embargo, nada de esos premisos y reconocimientos les ha valido para salvar a su hijo Dayron García Molina de una injusta prisión, bajo el Índice de Peligrosidad Predelictiva. Por lo que ella, ante la impotencia ha acudido a su mejor arma y lo que mejor sabe hacer, la poseía. Aquí les dejo este poema que lo refleja todo:
Si buscas un delincuente, un delincuente tendrás.
Los mastines lustran sus colmillos/ Precisan del escarnio.
Se lanza la manada sobre el jolgorio de/ los jóvenes.
Algunos no han tenido/ Tiempo para los hijos,
Otros son visitados por sus hijos/ pequeños.
Los mastines custodian las puertas/ Con sus venablos,
Con sus versículos de mastines.
Llevan en los colmillos/ La espuma de los irreverentes.
A que huele la tristeza/Cual es el veredicto de los sueños
Mi hijo me contempla y yo respiro,
Le han regalado un traje de excluible/ Le rasuran el pelo y los bigotes.
Le han llevado sin mí a un sitio/ detestable,
Como un zorzal sin canto estrenando/ una jaula.
Y yo que cada noche voy a su/ habitación.
Y estiro nuevamente la sabana en su/ cama/
Beso los almohadones,/ Abrazo su peluche.
Y solo esta su falta.
Quien me presta una aguja/Para darle puntadas a la libertad.
Quien fabrica un muro que pueda con/ mi odio.
Con esta tentación de arremeter con/ furia.
Contra la manada./ Los mastines aúllan/
Traigo una flor conmigo y la pongo en/ tu mesa.
Te salvaras muchacho,
Aunque sea imprescindible
Que yo me pierda.