Centro para la Democracia Proactiva

Por: Pedro Antonio Alonso Pérez
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Wilmington, Carolina del Norte – 3 de marzo del 2015 – En política, lo que se dice, muchas veces es menos real que lo que se maneja tras bastidores. La nueva política estadounidense para con el Gobierno cubano ha creado muchas expectativas, como parte de la manipulación política para que las mismas cumplan su verdadero objetivo: enmascarar los propósitos que con ellas se persiguen.

Sin embargo, a se les atribuyen nobles objetivos, como el fortalecimiento el sector privado. Siempre todas las medidas tomadas por el Gobierno cubano en este sector han tenido como punto esencial mantener por sobre cualquier consideración un enfoque vertical y centralizado del Estado sobre los mecanismos de producción. Tanto es así, que el gobierno ha acuñado un nuevo concepto de propiedad, la propiedad no estatal, que no significa lo mismo que propiedad privada. Lo que ha condenado al fracaso todos los esfuerzos realizados hasta el momento, como el traspaso administrativo de algunas instalaciones de servicios a las supuestas manos privadas, con muy limitadas facultades de decisión.

El sector campesino, otro de los supuestamente beneficiados con la apertura económica de Obama, se le auguran muy pocas posibilidades, porque siempre como dijimos antes está subordinado a la intermediación estatal. Un ejemplo es la venta del campesinado al sector turístico, una de las supuestas reformas de Raúl Castro, pero sucede que esa venta quien la coordina y ejecuta es el representante vendedor de cada C.C.S. (Cooperativas de Créditos y Servicios), un Funcionario designado por el Partido Comunista y en el campesino en nada participa de la negociación y venta, que es quien pone el producto.

Lamentablemente, muchos quieren hacer creer que las maniobras políticas del régimen cubano responden al inicio de ciertas reformas en Cuba. El Gobierno cubano ha logrado imponer su agenda con todos aquellos gobiernos e institución internacionales que han decidido mantener una política de acercamiento y apoyo económico a la Isla. El Proyecto Local a la Modernización Agropecuaria que está bajo la coordinación de las Naciones Unidas ha proveído alrededor de 16 millones de dólares para el sector de la agricultura en Cuba. Esto no ha tenido un impacto tangible en el bienestar de las familias que viven en las comunidades rurales y todo ese esfuerzo y recursos fueron en vano, solo ha servido para generar una gran corrupción entre los funcionarios designados por el estado como intermediarios, para administrar dichos recursos.

La Comunidad Europea y organizaciones españolas y alemanas entre otras han invertido millones de euros en supuestas cooperativas en Cuba, según información disponible en portales de Internet, y no ha tenido impacto económico alguno. Todo debido a que las cooperativas en Cuba no son más que empresas estatales, disfrazadas para entre otras cosas, recibir financiamientos externos.

Muy triste sería si el Gobierno norteamericano callera en la misma trampa.  Sin embargo,  sería una oportunidad de oro para demostrar que existe coherencia entre el discurso y la realidad y abogar por que los beneficios de estas medidas traigan autonomía e independencia a los productores cubanos. Y además, aprovechar este marco e imponer una agenda, donde una genuina y legítima sociedad civil pueda ser alentada, fomentada y fortalecida, como la Alianza Nacional de Agricultores Independientes de Cuba, sin la más mínima injerencia del estado. Algo lesivo y absolutamente inadmisible para el actual régimen en la Habana.

El Gobierno cubano ha logrado que la ANAP (Asociación Nacional de Agricultores Pequeños) sea reconocida como una ONG, en las Naciones Unidas y muchas otras instituciones internacionales, incluso es  representante en Latinoamérica de muchas organizaciones campesinas.  Así, otras organizaciones como la Federación de Mujeres Cubanas, la Central de Trabajadores de Cuba y muchas otras de estudiantes, profesionales y artísticas, que responden a los intereses del Gobierno cubano conforman una aparente sociedad civil, que nada tiene que ver con los intereses de la sociedad.

No obstante, son las únicas reconocidas por el  Registro de Asociaciones, que solo reconoce aquellas organizaciones que son afines, controladas, dirigidas y supervisadas por el Partido Comunista de Cuba. Eso ha impedido que otras organizaciones reciban su personalidad jurídica, que a su vez las descalifica para participar en proyectos como los patrocinados por Naciones Unidas y la Comunidad Económica Europea.

Ahora bien, cómo pretende bajo estas condiciones, el actual gobierno de Estados Unidos fomentar y fortalecer la sociedad civil en Cuba. Lo primero es exigir al Gobierno cubano que para flexibilizar el embargo, con medidas ejecutivas, tiene que reconocer la libertad de asociación, o de lo contrario que el Gobierno norteamericano reconozca las organizaciones no gubernamentales independientes para brindarle soporte económico, a ver si el Gobierno cubano se lo permite.

La Resolución 172/93 establece que los productores solo pueden acceder a la maquinaria agrícola para uso colectivo. Incluso, está legislado que el acceso al mercado nacional e internacional es un privilegio que solo disfruta el omnipresente Estado cubano. Del mismo modo, los insumos agrícolas están estrictamente controlados por las entidades estatales. Sería interesante ver la actitud asumida por ambos gobiernos si ese pequeño grupo de campesinos que desde 1997 decidió romper con la oficialista Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y formaron las primeras cooperativas independientes deciden optar por los beneficios que pueden traer las nuevas medidas.

Por tal motivo, los Municipios de Oposición, por medio de los Comisionados de Agricultura están  realizando un diagnostico en sus respectivos municipios para reactivas las microempresas asociativas solidarias, una iniciativa del Proyecto de Desarrollo Rural, teniendo en cuenta su experiencia internacional.

En estos momentos el Comisionado de Agricultura del Municipio de Oposición de Camajuaní, Kendy Herrera García está coordinando la  constitución de la primera microempresa asociativa en el poblado de Vueltas, en las Villas. Con el enfoque de las premisas del Gobierno norteamericano estas microempresas asociativas solidarias si cumplen los requisitos para recibir financiamientos directo de las agencias norteamericanas. Ver para creer.