Centro para la Democracia Proactiva

Por: Gerardo Páez Díaz.
Promotor de los Municipios de Oposición Zona Occidental
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ARTEMISA, 30 de diciembre de 2014- Si bien es cierto que el tema de las negociaciones secretas entre los de Estados Unidos y Cuba, que solo los reconoce a ellos mismos como interlocutores, principalmente en el caso cubano, que por ser los principales afectados políticamente son representados por un gobierno prácticamente vitalicio, que lo hace ilegítimo. Sin embargo, las decisiones tomadas por ambos gobiernos han sido bien acogidas por la mayoría del pueblo cubano, que por su incapacidad de ver los acontecimientos con la mayor claridad posible, debido a su gran desinformación y a la manipulación a que son sometidos por el régimen. La población en sentido general no tiene ni  la más mínima idea de lo que se puede avecinar.

El desconocimiento del propio pueblo en materia política, el comportamiento dócil del que ha sido protagonista durante más de cincuenta años, sin voz propia e incapaz de exigir cívicamente sus derechos, lo deja hoy una vez más en una posición de indefensión que solo puede superarse con el concurso de los representante de la verdadera Sociedad Civil, que por citar un ejemplo, pudiera estar  representada en organizaciones tales como la que hoy nosotros humildemente representamos, “Los Municipios De Oposición”.

El Municipio de Oposición de Artemisa, considera válida la idea de que las conversaciones entre ambos gobiernos se realicen sin ningún tipo de secretismo y que se mantenga informado oportunamente al pueblo de los acontecimientos y de los posibles avances que se vayan teniendo durante este proceso.

Creemos también que en estas negociaciones deben existir verdaderos representantes del pueblo cubano, que es el más necesitado de que estos cambios tengan lugar por lo que se deberá además de lo anteriormente planteado, designar una Comisión de la Oposición e integrantes de la incipiente Sociedad Civil cubana, que defiendan los verdaderos intereses del pueblo cubano, con una visión y posición democrática.

¿Cómo lo van a hacer? Eso estaría por determinarse, pero es sumamente necesario que no se deje una vez más a nuestro pueblo al margen de decisiones que a quienes más podrían afectar es al el mismo. Ya tenemos la experiencia del famoso “Tratado de París”, donde los “Mambises” fueron ignorados.

El tema de las indemnizaciones es de vital importancia, y no creo para nada, que deba dejarse de lado, si lo que se desea más allá de cosméticas transformaciones es lograr la verdadera reconciliación de los cubanos.  Solo estamos hablando de la voluntad política de la indemnización, que fue lo que motivó el embargo norteamericano, los mecanismos de su implementación forman parte de todo el proceso los cambios estructurales que requiere el sistema político, económico y social de Cuba.

Curiosamente la libre contratación de la fuerza de trabajo es uno de los temas que más ha llamado la atención en el seno de nuestro pueblo y eso se debe a las grandes penurias que por medio siglo se ha tenido que soportar, de ahí que este tema sea uno de los más importantes y en el que más se debe influir, ya que se conoce que el régimen ha implementado en este sentido un nuevo sistema en el que aparentemente resuelve dicha situación.

Sin embargo, continúa siendo un robo cínico al pueblo de Cuba, donde la moneda fuerte se queda en poder del gobierno y un salario de tres mil pesos cubanos -por citar un ejemplo – pagado a aquellos que sean contratado de manera directa, se le convierte en 240 pesos, según la forma de pago que se pretende implementar y que fue noticia en el periódico Granma, Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba hace varias semanas. Aquí se puede ver ese vestigio de ventajismo o discriminación que se menciona que consideramos en la Proclama.

No solo se debe definir cuáles son las organizaciones de la Sociedad Civil, sino que aquellas, como los Comité de Defensa de la Revolución que  han sido organizaciones mediante las cuales se ha hostigado, vigilado, incluso reprimido a nuestro pueblo durante cincuenta y cinco largos años. El mundo debe saber si no lo conoce ya, que tipo de organizaciones han respondido y responden a los intereses del régimen cubano, por lo que deberían quedar fuera de todo proceso que intente representar genuinamente al pueblo de Cuba.

Aunque creo que nuestros reclamos aquí en la isla, nuestras críticas al proceso de negociaciones que se estará llevando a cabo por ambos gobiernos, basada en argumentos sólidos y convincentes, cuando estas sean oportunas, deberá ser nuestra línea a seguir ya que nuestro pueblo está bastante desprovisto de las herramientas necesarias en materia política.