Misión, Visión
Visión
Que el concepto de la democracia ha sido tan manipulado, que el término se ha convertido en retórica y una pura demagogia. Pero aún con sus imperfecciones, muchos disfrutan de algunas ventajas, fundamentalmente política, sin embargo, en Cuba se encuentra anulada en cualquiera de sus versiones y lo peor del caso que no existen los mecanismos, ni están en construcción para lograrla.
Que existen muchos elementos negativos que impiden que los factores desencadenantes se desarrollen, principalmente los humano, que están sujetos y sometidos a una guerra psicológica y circunstancial que obliga toda la sociedad a un comportamiento inducido que termina en la indefensión adquirida.
Son múltiples los mecanismos los mecanismos de sometimiento empleados, por lo que es nuestra visión, que para lograr una democracia activa, se necesitan identificar y contrarrestar los factores de control social y de inteligencia que impone el sistema.
Que no hay un concepto estratégico de una oposición institucional y un liderazgo social, capaz de canalizar las inquietudes sociales e interactuar con la población para estar en capacidad de enfrentar y desarrollar con éxito un proceso democrático.
Misión
El Centro de Estudios Estratégicos para la Democracia Proactiva tiene como Misión identificar todos aquellos factores que impiden o retrasan el proceso democrático en Cuba. Así como identificar a los líderes y capacitarlos, para lograr una oposición profesional con capacidad de formar gobierno, desde los municipios hasta la nación.
Poner en perspectiva aquellos factores negativos para la oposición, en los que nuestras fuerzas internas y externas pueden trabajar para cambiarlos.
Contrarrestar con procedimientos legítimos e institucionales los mecanismos de la inteligencia política, que impide la evolución del proceso democrático.
Sugerir estrategias de lucha a partir de las interpretaciones del marco legal y el derecho cívico, como resultante de los derechos humanos elementales.
Realizar ensayos y demostraciones que prueben la fuerza de la democracia proactiva a partir de una oposición institucional real, que limite el impacto de la “falsa oposición”.