Centro para la Democracia Proactiva

Los  Municipios de Oposición se proponen acorralar al régimen con sus propias dificultades.

Por: Pedro Antonio Alonso Pérez
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www.municipiosdeoposicion.com

WILMINGTON, Carolina del Norte, 8 de Enero de 2015 – Las nuevas medidas anunciadas por el gobierno de los Estados Unidos con respecto a Cuba, cambia todo el escenario en que se desarrollaba la lucha prodemocrática interna en Cuba. En especial, en aquellos miembros de la oposición interna que su accionar y discurso estaba dirigido hacia el exterior, con la supuesta esperanza de aislar internacionalmente al régimen castrista y buscar su condena en los organismos internacionales y tratar de obligarlo a realizar los tan necesarios cambios.

Sin embargo, con ese esfuerzo y estrategia, la oposición cubana ha conseguido cierto reconociendo internacional, pero lamentablemente eso no ha trascendido hacia la población y la oposición no ha podido alcanzar el debido y necesario reconocimiento por parte de la sociedad cubana.

La estrategia del proyecto de los Municipios de Oposición de trabajar con y para los intereses de la comunidad cobra mayor vigencia en el actual contexto de la realidad cubana nacional e internacional.  La estrategia de los MDO es comprometer al Gobierno cubano con sus responsabilidades y si de algún aislamiento se trata, que sea por parte del propio pueblo.  Esto significaría el principio del fin del régimen, si la población asume su papel de protagonista y comienzan los reclamos sociales en masa.

El control absoluto de los medios de comunicación por parte del régimen ha condicionado, que el ciudadano común en Cuba no tenga claro los objetivos y fines de la oposición, muchos ni siquiera saben que existe. La matriz de opinión que prevalece es la  generada y promovida por el régimen, que se ha encargado del fusilamiento moral de los principales líderes de la oposición cubana y muchas veces suplantándolos por agentes de la Seguridad del Estado.

La única forma de revertir esta situación es estrechando los vínculos con el pueblo, de persona a persona, proveerles de la información necesaria, por medio de impresos, DVD y verbalmente, con situaciones prácticas de interés real, ya que el pueblo cubano está saturado de la politización y fácilmente puede confundir los términos y propósitos.

Los líderes a nivel la de comunidad tienen que ser los encargados de formar la corriente de opinión, por eso es preciso dotarlos de los recursos necesarios para que puedan alcanzar la capacidad organizativa indispensable, que les permitan nuclear a su alrededor a todas aquellas personas que sientan representadas por ellos. Eso conllevará definitivamente a que las personas y comunidades comiencen  a asumir un papel de autogestión e independencia de las estructuras institucionales oficialistas, y se consolide la verdadera y legítima sociedad civil en Cuba.

Cuando las estructuras de una verdadera sociedad civil comiencen  a formar parte en las tomas de decisiones y formulación de políticas públicas de forma autónoma e independiente, eso le daría legitimidad y credibilidad antes las masas y la comunidad internacional. Solo así se  crearían las bases para que la oposición cubana pueda agenciarse una base social, y a partir de ahí alcanzar el poder de convocatoria y la capacidad movilizativa, que son en realidad las vías indispensables para poner presión al Gobierno cubano, para que realice los cambios necesarios y se conforme una sociedad incluyente, políticamente.

Una de las misiones prioritarias de los Municipios de Oposición es que la sociedad tome conciencia, de cuál es el origen de los problemas que le afectan y quiénes son los responsables. Además, proponer las verdaderas soluciones, para que se puedan comparar con la mala gestión de los funcionarios estatales y la incompatibilidad de las soluciones con la política del régimen.

No se pueden menospreciar los espacios, ni considerar escenarios específicos del régimen, por los que las asambleas de bario del Poder Popular y todas las asambleas de las llamadas organizaciones de masas  como las de la Central de Trabajadores de Cuba, la  Asociación Nacional de Agricultores Pequeños  y hasta las de los Comité de Defensa de la Revolución y la Federación de Mujeres Cubanas, entre muchas otras, que pueden ser minadas desde dentro con reclamos coherentes y de interés social. Y para hacer la diferencia, como colofón, identificar el reclamo como una reivindicación del movimiento opositor.

Los planteamientos deben ser previamente elaborados,  incluso que proporcionen información de interés, como es para el productor de café, el precio del mismo en el mercado internacional y lo que deja de ganar por la intervención del Estado en su relación comercial, que lo priva de acceder directamente al mercado nacional e internacional, tanto por medio de su producto como para la adquisición de los insumos.

Las cifras de producción que se alcanzaban bajo otro modelo económico, antes de 1959, deben formar parte de los debates públicos  en las propias reuniones de las organizaciones oficialistas para descaracterizar al régimen ante sus supuestos seguidores. Esa muestra de valentía política le daría legitimad y credibilidad a nuestro líderes. Del mismo modo se puede proceder en todos los sectores de la sociedad, como los centros estudiantes universitarios, las organizaciones fraternales y religiosas, etc. que en su gran mayoría están formadas por personas que no simpatizan con el régimen.

Este trabajo creará las condiciones, para que en un momento dado, cuando se convoque a la sociedad cubana para exigirle al régimen, podamos contar con el suficiente poder de convocatoria.